El tercer día de Nacho Vegas
Por tercer día Nacho Vegas llena una mediana sala de Madrid, por tercera vez le escuchamos presentando su nuevo disco y al tercer día nos decimos ir a verle. De negro por completo, con la cara medio tapada por una espesa melena y arropado por su banda, sale por una pequeña puerta al escenario de una Joy Eslava (Madrid) que por tercer día vuelve a colgar el cartel de aforo completo.
Artista de culto, encuadrado dentro del indie-rock, folk o incluso la canción de autor. Este Leonard Cohen en castellano ha conseguido con el Manifiesto Desastre (2008, Limbo Star) traspasar cualquier crítica que le tacha de artista introvertido y triste. Porque sigue hablando de la demolición que le produce el amor, pero esta vez lo hace desde una aptitud mucho más positiva, a pesar de ser, según el propio NV, su disco más autobiográfico de los autobiográficos. En este cambio de sonidos seguro que tienen mucho que ver los músicos que le acompañan en cada una de sus actuaciones, un pianista de la talla de Abraham Boba o su ya compañero en Lucas 15, Xel Pereda.
Pero no vamos ha decir nada más de lo mucho que se ha dicho sobre el disco, es hora recapitular su actuación del pasado jueves. Solo tengo palabras de gratitud para esas dos horas de concierto, de recorrido por canciones imprescindibles en su discografía. Inicia la actuación con La Plaza de la Soledá e inaugura su nuevo disco con Detener el Tiempo y Junior Suite, cambia de registro con Gang-Bang y Que te vaya bien Miss Carrusel, recuerda canciones del Tiempo de las Cerezas con Días Extraños y Secretos y Mentiras, se queda solo en el escenario para cantar 8 y Medio y sube la intensidad con Crujidos y Monduber (se echa de menos la voz de Cristina), alcanza el culmen con El Tercer Día y Morir o Matar. Desaparecen para los bises, al volver sale NV en solitario con La Canción del Extranjero, ya con el grupo al completo El Hombre que Casi Conoció a Michi Panero, tarareando todo el público, 'muy bien niñas', y Nuevos Planes, Idénticas Identidades.
Es un concierto intimista, donde el público no grita sus letras, si no que acompaña susurrando la canción dejando al protagonista mostrar todos sus encantos vocales, donde se interactúa en ambas direcciones y se cuentan historietas de viajes para enlazar canciones con risas y aplausos, todo ello dentro de la cordura y en perfecto equilibrio. Desgarrándose la voz al final de cada canción, se vio a un gran artista que se alejó definitivamente de su época más oscura, ahora es un profesional que llena la sala en la que se anuncie, que recibe ovaciones con los primeros acordes de sus himnos y al final de todo lo que toca.
Si tengo la oportunidad de repetir, sin duda lo haré, porque además no repite repertorio, varía sobre todo en sus canciones anteriores a este último disco.
P.D1.: Faltan canciones, pero no recuerdo bien todas las que fueron.
P.D2.: He subido un vídeo del concierto a youtube.