días en Praga

Pues ya terminaron mis vacaciones en Praga, solo cinco días de viaje para ver una ciudad donde quedarse a vivir, por precio, por diversión y sobretodo por estar en una especie de cuento contemporáneo.


Supongo que está idealizado para el viajero, pero esa idealización es encantadora, paseas por calles empedradas con mas de 700 años de historia, donde se libraban encarnizadas batallas por la inquisición, se deponían reyes y se ajusticiaban presos, pero también se construían enormes edificios de piedra decorados con exquisitas filigranas y coloridas cristaleras. Donde puedes encontrar un castillo como una ciudad de grande y sentarte a las orillas del río Moldava (de envidiable caudal). Ciudad cuyas avenidas tienen un encanto especial, las fachadas están acorde con la ciudad vieja y los tranvías hacen de aquello una estampa de postal.

Para la diversión tienes jarras de cerveza a un euro el medio litro, comer por seis y copas a cuatro... bares con dos plantas bajo tierra y discotecas que pasa parte del río bajo ellas con cuatro alturas, en una de las pistas se pincha música típica española. Y para los algo más románticos, música clásica en un teatro de lujo por un muy módico precio.

Ya no cuento más, pero os dejo mi galería de fotos:

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